El crimen organizado da otra lección al gobierno federal de
que la “organización estratégica” es la clave. Si en las secretarías de estado tuviéramos
a gente bien calificada, y no al amigo o al compadre, la política en México
sería distinta. Cierto, eso ya todos lo sabemos. Sin embargo lo que pocas veces
hemos pensado es en el claro ejemplo que da la delincuencia organizada al
gobierno sobre cómo se debería trabajar.
Tras la noticia de El Chapo lo primero que nos brinca a
algunos es: ¿y nadie notó los camiones
de escombro sacando la tierra? Al parecer
somos bastantes los escépticos.
Algo que pocas veces se hace en el gobierno, en cualquiera
de sus niveles, es pensar a mediano o largo plazo. Todo es “mientras dure la
gestión”, por eso los baches, por eso los endeudamientos, por eso, es pocas palabras,
estamos como estamos. Esta vez el crimen
organizado dio una lección al gobierno sobre cómo deberían trabajar: pensando
estratégicamente y a largo plazo.
Según especialistas una de las probabilidades es que el túnel
haya tardado cerca de un año en ser terminado. ¡Un año! Y El Chapo lo sabía,
para salir había que hacer las cosas bien. Punto.
Con una cuadrilla de 4 trabajadores laborando jornadas de 10
horas aproximadamente (tal y como una obra “normal”) lograron al cabo de casi
un año trazar lo que en Holywood se llamaría el escape perfecto. Y la clave fue el lento avance, para que el
sacar la tierra fuera de tal forma que nadie sospechara nada, pues esa era la
clave, ese justamente podría ser el detonante.
Estamos de acuerdo que un camión al día no llamaría la atención de nadie. Ni de
nosotros los más escépticos sobre todo con el referente de que la casa por la
cual salió el Chapo estaba en medio de la nada. Sólo 6 viviendas en un rango de
1.5 km a la redonda.
El Chapo logró un segundo escape. Peña nieto dice que es “una
afrenta” (Hecho o insulto que ofende gravemente a una persona por atentar
contra su dignidad, su honor, su credibilidad, etc.- REA) Si Peña sabe en
realidad la acepción de “afrenta”, y de acuerdo a la definición, quiere decir que lo ve no como un tema de seguridad nacional, sino
como un tema personal. Si eso va a motivar a Peña a cambiar las cosas, bien por
El Chapo. Ojalá nos deje a un presidente un poco más estratega, un poco más
celoso del deber, un poco más brillante (o un mucho).
Ahora El Chapo tiene dos reconocimientos: el gran
narcotraficante que fue y al parecer sigue siendo, y el que este segundo escape
le da, pues se suma a la lista junto a personalidades que lograron grandes
escapes, como David Kaplan y Alberto Sicilia. Nosotros, todos, tenemos esa gran lección:
pensar a largo plazo es la clave.
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